lunes, 13 de diciembre de 2010






ÁRBOLES NATIVOS

Los aquí clasificados y descritos  son, en modo alguno, la totalidad de los árboles que encontramos en el parque natural los Algarrobillos de la ciudad de Valledupar,han existido desde siempre y aún hoy se alzan en sus tierras como parte fundamental del bosque nativo.


Hay que decir sí — y con mucho pesar lo hacemos —que muchas de estas especies se encuentran en vía de extinción y otras fueron definitivamente arrasadas por la mecanización de las tierras para darle paso a la urbanización y la construcción de una ciudad cosmopolita



ALGARROBILLO: Árbol de gran tamaño que alcanza los 25 metros de altura, tronco grueso (aproximadamente 2 metros), copa amplia de ramas que se extienden horizontalmente varios metros, cubiertas de pequeñas hojas brillantes que siempre están verdes, flores rosadolila, fruto que es una legumbre delgada de color café oscuro por fuera y blanca por dentro, llena de semillas recubiertas por una sustancia azucarada que sirve de alimento al ganado. De la ceniza de este árbol se saca una lejía que antiguamente se utilizaba en la elaboración del jabón de sebo. Es muy común como árbol ornamental y muy útil en fincas y potreros donde nace espontáneamente y es protegido por vaqueros y dueños. De su madera, dura pero liviana, se hacían canoas y ahora se aprovecha el grosor de su tronco para elaborar tablas anchas que se emplean en formaletas y molduras para vaciar concretos en las construcciones modernas. En algunos lugares lo llaman samán, sanaguare y campano. Se reproduce por semillas. Pertenece a la familia de las mimosáceas y su nombre científico es Pitchecolobiumsaman. 



ALMENDRO: Árbol de raíz profunda, aproximadamente de 10 metros de alto, frondoso, de hojas grandes, oblongas, duras, de verde intenso, que antes de caerse se tornan pardas y finalmente amarillas, flores blancas de suave aroma, cuyo fruto es una almendra carnosa, de piel amarilla cuando está madura, corteza estoposa, dentro de la cual viene una semilla oleaginosa de agradable sabor. Antaño, cuando la Plaza Alfonso López de Valledupar no era plaza sino un hermoso parque, todo su alrededor estuvo circundado por enormes almendros, higuitos y laureles de la India que cayeron derribados de consuno ante las órdenes de un alcalde “progresista” que arrasó con árboles y parque para darle paso al pavimento de la ciudad. El almendro se reproduce por semillas. Pertenece a la familia de las rosáceas. Nombre científico Term i naliacatappa. 

CEIBA: (Voz caribe). Este es uno de los árboles más grandes e imponentes del bosque tropical colombiano. Alcanza y sobrepasa los 40 metros de altura, de tronco gruesísimo, fofo por dentro, que puede tener hasta 3 o más metros de diámetro y el cual, por lo común, presenta unos como túneles o huecos formados por las raíces que se elevan junto con el árbol, dándole al tronco aspecto de cueva vegetal muy atractivo. Es de color grisáceo brillante, copa formada por espesas ramas horizontales que se extienden en un gigantesco radio de varios metros, flores rojas que, maceradas, sirven para teñir. Su madera se emplea para confeccionar canoas ya que es muy resistente al agua, así como bateas y platos de cocina. Al igual que el balso, tiene un fruto que es una cápsula de forma triangular que contiene semillitas recubiertas por una como especie de lana o algodón que sirve para rellenar almohadas y colchones. Hay varias especies, una de las cuales es la ceiba blanca, muy conocida en esta región y de la cual se extrae una leche venenosa llamada, por los indígenas, barbasco, que mezclada o disuelta en el agua de lagos, lagunas y arroyos se utiliza para pes­car ya que adormece o atonta a los peces, lo que facilita atraparlos. A ese sistema, que aún se emplea, llaman “pescar con barbasco”. En algunas partes le llaman seibo y bonga. Pertenece a la familia de las bombáceas. Nombre científico: Ceiba pentandra.


GUÁZIMO o GUÁCIMO:  (Voz caribe). Árbol cuya altura no sobrepasa los 10 o 12 metros cuando viejo. Tronco grueso, rameado de hojas alternas, afelpadas, flores blancas en racimos, madera blanca y corteza oscura, que sólo se emplea para trabajar objetos domésticos ya que no es maderable. Su fruto, llamado guácima o guázima, es una pequeña uva compacta, gomosa, de corteza áspera y color rojo bermejo que se vuelve negro cuando está maduro. Los indios chimilas molían las guázimas con piedras, las mezclaban con maíz también molido, y hacían una mazamorra que les servía de alimento. Actualmente los frutos sólo se emplean para alimento de vacunos y caprinos. Su nombre científico es Guazuma-guazuma.

MATARRATÓN: Árbol ornamental de aproximadamente 8 metros de altura, tronco irregular y nudoso, ramas irregulares de hojas pequeñas, ovaladas y de fuerte aroma, flores en racimo color rosadolila. Es una de las especies más conocidas y apreciadas en todos los lugares por el fresco sombrío que proporciona y por la propiedad de reproducirse rápidamente por medio de estacas que se cortan grandes, se entierran y al cabo de pocas semanas ya están llenas de brotes. No es maderable pero se usa mucho para cercas de potreros y fincas y para adornar las entradas a las mismas, con su bella floración y sombra acogedora. La versión popular dice que su nombre se debe a que sus hojas, maceradas, contienen una sustancia que untada a ciertos alimentos que se utilizan como sebo para ratas y ratones, les ocasiona la muerte a estos roedores. Pertenece a la familia de las leguminosas y su nombre científico es Gliricidiasepium.

ROBLE: Este árbol es de la misma familia del cañaguate y sus características son las mismas. Difiere en las flores que en el roble son moradas. Su madera recia y fina es muy apreciada para ebanistería, puertas y ventanas y se utiliza también en los astilleros. Es, como el cañaguate, de la familia de las bignoniáceas y pertenece a la especie Tabebuiadugandii.




TOTUMO: Árbol de poca altura (aproximadamente 5 o 6 metros) de tronco tortuoso y copa muy frondosa formada por ramas irregulares tupidas de hojas grandes, acorazonadas de verde lustroso y flores blanquecinas de olor fastidioso. Aunque no es maderable, siempre se le ha considerado como el más útil tanto por la buena formación de su conjunto que lo hace un árbol ornamental como por las bondades de sus frutos orbiculares o redondos, de corteza dura y resistente, que, partidos por la mitad y extraída la pulpa blanca, jugosa, con semillas negras, se convierten en vasijas de mucho uso en las cocinas caseras. Estas vasijas se llaman totumas. De la pulpa (que el vulgo llama también tripa) se preparaba antiguamente un jarabe expectorante de reconocida eficacia contra las gripas y enfermedades bronquiales. El DRAE lo registra, sólo como “güira, árbol del Perú”, pero es común y silvestre de los climas cálidos de Colombia. Pertenece a la familia de las bignoniáceas y su nombre científico es Crescentiacujetes.

UVITO: Este es otro de los árboles más comunes y, junto con el totumo, más estimados por el pueblo vallenato. Es de regular altura, tronco leñoso, ramaje irregular pero de tupido follaje que le da una hermosa copa; hojas ovales de textura afelpada y verde pálido y con flores blancas y fragantes en racimos. Su fruto es una cápsula ovoidal (o uvita) blanco-amarillenta, de hollejo transparente y brillante como perla cuando está madura, gomosa, dulce, que se da profusamente en gajos o racimos y cuyo jugo se emplea como goma para pegar cartas y papeles y cartones de trabajos manuales. En otras regiones lo llaman caujaro. Pertenece a la familia de las borragináceas y su nombre científico es Cordia alba.

H I S T O R I A


El propietario de lo que actualmente es hoy el parque los Algarrobillos y la urbanización los Mayales pertenecían al señor Damasso Villazón Baquero, terreno en el cual se encontraba un ato ganadero.

En sus comienzos este ato estaba encerrado con alambres de púas, a medida que se fue urbanizando el barrio Santa Rosa el propietario decide cambiar este cercado por paredillas en cemento con el fin de dividir el ato del barrio, esta paredilla fue derribada por el agua lo cual dejo al descubierto la exuberante belleza del terreno donde  aproximadamente se encontraban mas de 80 hermosos y frondosos arboles predominando el algarrobillo, razón por la cual se designa su nombre.

Una parte de este terreno fue vendida para instalar una subestación de luz durante la administración del Doctor Elías Ochoa, allí se construye el parque los algarrobillos dotándolos de bancas, se construye una hermosa fuente de agua, un parque didáctico para los niños, jardines ornamentales con más de siete mil especies, una espectacular iluminación.

Con el transcurrir de los años el parque sufre un deterioro sin que ninguna administración tome cartas en el asunto, por su abandono en el parque suceden atracos, robos, violaciones y su destrucción por completo motivo por el cual se hace difícil transitar por el.

A raíz de estos hechos una mujer incansable en su lucha por la protección del medio ambiente llamada Mery Campo Molina ve la necesidad de solicitar la construcción de un CAI y crear una fundación de este lugar de tan extraordinaria belleza e importante para el medio ambiente, solicita al mandatario de turno Ciro Pupo la construcción del CAI.

Creada la fundación FUNAPALV se hace una invitación al señor alcalde, este acepta y visita al parque el sábado 18 de febrero de 2006.



Mirando las necesidades del parque y las exigencias de la fundación y la comunidad sobre la construcción del CAI este da respuesta positiva, pero surge un inconveniente el municipio no cuenta con los recursos.

Se continúan enviando solicitudes a la alcaldía y la gobernación siendo esta última la que contribuyo a su construcción, obteniendo con esto un gran logro y un rotundo éxito para la gestora y organizadora de tan importante idea la señora Mery Campo.

La fundación FUNAPALV continua enviando solicitudes a las diferentes comunidades para el cuidado y mantenimiento del parque las cuales no han sido escuchadas ni atendidas.



Sin embargo la gran gestora Mery continúa realizando limpiezas de aseo y mantenimiento del parque con la ayuda de desmovilizados, auxiliares de policías, personal del ejercito e Interaseo.

No se ha dejado de gestionar la protección del cuidado el parque los algarrobillos, la limpieza y la eliminación de plagas de las especies arbóreas.

La iluminación que actualmente se encuentra en el parque los algarrobillos se logra gracias al cumplimiento de una acción popular logrando además la construcción de una cancha de futbol donde niños y jóvenes se recrean.


El trabajo de esta gran gestora Mery Campo consiste en sensibilizar y concientizar a las personas que llegan al parque para que demuestren sentido de pertenencia, amor y respeto por tan importante y valiosa reserva natural para el municipio.

Mery a creado un eslogan para que niños, jóvenes, adultos y ancianos tomen conciencia sobre la importancia que brinda este parque "salvemos al parque natural Los Algarrobillos patrimonio de los cesarences".

En mayo del presente año se celebra la primera semana ambiental y ecológica donde la gobernación entrega a la señora Mery 14 canecas para la recolección de los residuos sólidos las cuales ya han sido instaladas.